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Bitácora sobre el recorrido hacia la inspiración

En esta bitácora creamos la historia de una chica escritora amante de la literatura y su proceso de creación que está inspirada en el proceso de inspiración de algunas escritoras que nos contaron el recorrido que hacen a la hora de realizar sus escritos literarios. 

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Te invitamos a leer nuestra bitácora sobre la inspiración.

Miércoles 4 de mayo de 2021

 

Una pluma, una hoja en blanco y miles de sensaciones, de ideas, de pensamientos que rebotan de un lado para el otro en mi cabeza. Siento la necesidad de sacar todo esto para afuera, necesito decirle al mundo lo que siento, lo que creo y mostrarles la manera en que percibo todo lo que me rodea. Deslizo lentamente el asiento, me ubico en la silla rodante y con mi mano derecha tomo el esfero de tinta negra que reposa en mi escritorio. Prefiero la escritura a mano, se siente más real. Aunque esto implique el doble de trabajo porque tendré que pasarlo más tarde a digital; pero no importa porque sé que así la calidad de mi escrito también será del doble. 

 

Aunque hace años aprendí a escribir, no siempre lo hago bien. Desde siempre las letras han sido mi más fuerte aliado. Puedo hablar, puedo dibujar e incluso pintar pero ninguna me sale tan bien como escribir. Las palabras escritas siempre me ayudan a describir exactamente lo que siento y lo que veo. Es una sensación llena de nuevos sentimientos, de inspiración, de magia. Es como descubrir un nuevo mundo, o incluso más allá, es como crearlo. Es imaginar escenas y plasmarlas de tal manera que quien me lea pueda visualizar exactamente lo que yo imaginé. Un gran reto que siempre estoy dispuesta a correr. No importa qué, mi misión es transmitir lo que pienso y darle a las personas la oportunidad de estar en mis ojos, de ver lo que veo, de sentir lo que siento, de pensar lo que pienso, de ser quien soy. Y todo mediante palabras, mediante la descripción de un personaje, de un paisaje, de un espacio. Lo que intento es crear nuevos mundos en donde mis lectores se enamoren, sufran, lloren, rían, lo que sea, pero que sientan, que mis letras hagan retumbar su sistema nervioso y transmitan, desde su coronilla hasta la punta de sus pies, un sentimiento profundo. Ese es mi ideal de libro perfecto, que dejé algo allí, en el fondo de mis lectores, que sea inolvidable.

 

Sábado 8 de mayo de 2021

 

Estoy en busca de inspiración. Hoy salí a caminar para tener una idea sobre mi próximo tema de escritura. Pero nada. Llevo una hora y media rondando por mi barrio, mirando las palomas y pichones, observando a las personas paseando a sus perros, jugando en el parque con sus hijos, caminando de la mano con quien podría ser su pareja, cargando bolsas, montando bicicleta, intentando abrirse paso entre el tráfico… Y aunque lo vea y analice todo, nada me convence. El mundo que me rodea suele inspirarme, es de allí de donde saco mis mejores ideas, análisis y frases. Pero hoy nada funciona. Hoy veo todo neutro, no siento la chispa que generalmente me invade cuando una idea recorre mi mente. Hoy está todo gris. Hace varios días no tenía uno de esos días en los que me bloqueo, en los que se apodera de mí el ‘síndrome de la hoja en blanco’. Llevaba una buena racha, mis hojas se escribían casi que solas, mi pluma dibujaba letras una y otra vez sobre mi cuaderno. Realmente estaba inspirada. Pero esos días de gloria están en pausa. Hoy estoy fría, ni siquiera un punto he podido escribir porque nada se me ocurre. Y es normal que pase, pero me da un poco de desespero. Amo escribir, es lo que me alivia, lo que me ayuda a olvidar, a dejar este mundo por un rato y a encaminarme en lo que considero es mi mundo ideal. Pero sin la escritura no tengo nada de eso, ¿pueden imaginar sus días sin aquello que los rescata de caer en la decepción y la tristeza? Pues así es mi día de hoy. No tengo inspiración, mi camino hacia la inspiración está truncado por un obstáculo que generalmente no sé cómo superar. Lo único que puedo hacer es esperar, esperar a que mi imaginación decida tener la chispa otra vez. 

 

Lunes 10 de mayo de 2021

 

Miles de rituales se me han pasado por la cabeza y ninguno me ha ayudado a detener este bloqueo. He escuchado música, he visto series y películas, he bailado, leído, todo. Pero mi chispa está apagada, hoy más que nunca se siente la nostalgia y el vacío de las letras. Me hace falta imaginar mundos y escapar de mi realidad para construir a mi antojo un espacio distinto, pero nada parece suficiente. Otra vez salí a caminar, y cuando todo parecía perdido, apareció una luz al final del túnel. Una luz de un metro con 86 centimetros, de cabello castaño y ojos tan oscuros que parecen totalmente negros. Me puse pálida y me temblaron las piernas cuando se acercó a hablarme, inició la conversación hablando del clima, luego llamó a su adorable perro y me lo presentó. Yo a duras penas pude pronunciar 5 palabras en los primeros quince minutos. Él interpretó mi silencio como incomodidad, me lo hizo saber y yo solo le dije que no me encontraba bien. Le dije mi número en un par de segundos y me fui. Ni siquiera le di mi nombre, ni siquiera corroboré que lo anotó. Solo me fui, y la inspiración volvió, porque no he parado de escribir sobre lo patética que me siento. 

 

Sábado 15 de mayo de 2021

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Cinco días bastaron para volvernos a encontrar, ayer me topé de nuevo con Daniel y su perro Zeus, definitivamente estaba inspirada. Ahora yo era quien no paraba de hablar, le conté todo. Le permití leer uno de mis escritos y hablamos por horas. Fue impresionante como congeniamos tan rápido y como su presencia me hace tener muchas ideas, me hace pensar en nuevos mundos de los que quiero escribir inmediatamente. Me gusta sentirme así. Es lindo poder tener a alguien con quien compartir mis ideas y que solo conozca aquello que quiero mostrarle de mí.

 

Martes 18 de mayo de 2021

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Pasan los días, las horas, los minutos y no dejo de escribir. Me siento inspirada porque mis conversaciones con Daniel me hicieron tener ideas y considerar las cosas que me rodean desde puntos de vista nuevos, me permitió tener una visión más panorámica, me hizo explorar lugares que nunca había considerado. Es bueno sentirse inspirada de las personas que te rodean porque no sabes lo mucho que una mirada, un comentario, una frase o incluso un silencio puede hacerte venir a la cabeza. Es increíble cómo al mirar un paisaje, una persona o un objeto se enciende la chispa, la imaginación empieza a volar y las ideas florecen, pero únicamente sucede si hay conexión. 

 

Viernes 21 de mayo de 2021

 

Desde ese día mi chispa no se apaga, está tan lúcida y tan viva que la inspiración me sobra. Podría escribir 500 libros con nada más pensarlo por un par de horas. Es increíble como su existencia motivó a la mía. Es impensable que mi vida no esté ligada a la de él. Ahora escribo tanto que el verdadero problema es detenerme. Cada vez que me late el corazón surge una nueva idea. Y ahora, gracias a él, estoy teniendo mil ideas. 

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